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El
Comienzo ... lavado |
Varios
días después de la adquisición
de la moto, y ya que aún quedaban algunos días
de verano me propuse empezar a desarmarla para (con
tiempo y con calma) ir restaurándola poco a poco.
Lo primero fue lavarla con
agua caliente a presión y con ácido desengrasante,
después de varias pasadas parecía que
la moto era otra, hasta brillaba y todo.
El lavado antes de comenzar
una restauración es muy aconsejable.
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Con el lavado a presión
no se desprendio toda la grasa que tenía encima pero
lo más importante era que eliminar el barro de debajo
de los guardabarros, y sin duda no tenía ni gota de
tierra incrustada por ningun sitio.
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Empieza
el desarme ... |
El desarme de la moto empezó por quitarle los
guardabarros, y el asiento.
No hubo problema, salvo que la mayoría de los
tornillos tuvieron que ser cortados porque no se dejaban
aflojar.
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El siguiente paso fue quitarle el depósito,
como podeís ver fui haciendo fotos de todos los
pasos que iba dando porque, además de tener un
buen recuerdo quería tener un buen manual gráfico
para poder montar todas las piezas de nuevo.
El guardabarros delantero estaba totalmente picado,
no servía para nada.
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La moto cada vez parecía menos
moto, daba un poco de pena desarmarla pero era inevitable.
Todas las piezas debían ser tratadas
y pintadas, no se salvaba ni una.
Todo esto los hice en una tarde, no
estuvo mal si contamos con que tuve que serrar (con
sierra) más de 15 tornillos, tratando de no dañar
el chasis ni las piezas cercanas.
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Recuento
de piezas rotas o inservibles. |
- El chasis necesitaba soldarle de nuevo los estribos y
el tope de la dirección.
- El guardabarros delantero estaba inservible.
- Las llantas y radios debían de ser cambiados por
su penoso estado
- El manillar y todas las piezas cromadas necesitaban cromado
urgente.
- Las partes de aluminio: horquilla delantera, suspensión
trasera, etc, debían de ser pulidas.
- Los tubos de escape estaban muy golpeados y las tuercas
que los sujetan al cilindro estaban muy dañadas y
eran diferentes.
- El depósito tenía varios golpes pero no
estaba oxidado.
- El asiento necesitaba ser tapizado.
Referente al motor:
- El piñon de la segunda velocidad estaba roto.
- El piñon de arranque también estaba roto.
- La biela y el cigüeñal debían de ser
rectificados.
- El piñón de ataque estabá muy gastado
- El carter del motor estaba roto, de ahí que no
encontrara ni gota de aceite al abrir el motor.
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Siguiente
paso: sacarle el motor y las suspensiones. |
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El motor salio a la primera, pesaba bastante pero las
ganas de terminar la obra me dieron fuerzas para poder
con el. Las suspensiones también salieron con
facilidad (a base de martillo de goma). Por fin tenái
la moto casi desarmada. Era el final de la primera fase
de su restauración
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El motor lo preparé para llevarlo
al taller para desarmarlo allí, siempre es mejor
(si se puede) desarmar el motor en un sitio donde se
suelen desarmar motores, además allí era
fácil encontrar piezas como los extractores del
cigueñal o llaves especiales de tornillos un
poco raros.
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Los discos de embrague estaban bien,
aún conservaban el aceite, la cadena primaria
tambien estaba en perfectas condiciones, no puedo decir
lo mismo de varios piñones, o de la biela y el
cigueñal.
Bueno esto es normal en una restauración
... no todo va a estar correcto, además eso ponía
en funcionamiento otra nueva fase: la busqueda de
respuestos.
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El
antes y el después de algunas piezas ... |
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El asiento sufrio un notable cambio,
fue mandado a tapizar cuidando en especial la calidad
de la piel y la forma característica que las
Montesa Brio tienen en la forma de su sillín.
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El cuenta kilómetros también
necesitó reparación exhaustiva, lo desarmé
por completo y cambié algunos resortes rotos,
lo engrasé le conseguí un cristal y lo
sellé con pasta para juntas de motor.
¡Se me olvido ponerlo a cero kilómetros
!
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Los tubos de escape
también tuvieron su trabajo, los limpié
bien por dentro calentándolos con un soplete, los
lijé con la amoladora y lija fina y los reparé
con cemento, les soldé los anclajes y luego fueron
pintados con pintura anticalórica de resistencia
300ºC |
El chasis
necesitó de soldadura autógena para
volver a ponerle los estribos que le faltaban, el
tope de la dirección y varios anclajes rotos.
Se lijó
a conciencia, se le aplicó imprimación,
y se pintó de color negro.
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La horquilla delantera se desmontó
por completo, se lijó con lija de agua muy fina
y por último se pulió utilizando un taladro
y un disco de trapo para pulir metales acompañada
de pasta especial para pulir aluminio.
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La suspensión trasera también dio su
guerra particular, lo primero fue limpiarla con gasolina
para quitar la grasa incrustada luego, al igual que
la horquilla delantera, se lijó y pulió
hasta dejarla como los chorros del oro.
Un trabajo bastante duro pero que ofrece unos resultados
más que visibles.
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Las llantas y los radios estaban muy
mal, como la mayoría de las motos abandonadas,
la mejor opción (y la más barata) es comprar
llantas y radios nuevos, el montaje es mejor dejárselo
a un profesional de la materia. Las gomas estaban bastante
bien aunque la goma delantera no era rallada como la
de serie pero el presupuesto, de momento, no da para
más.
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El
Motor, ese precioso trozo de hierro |
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El motor es sin duda la pieza clave de nuestra moto,
todo en su interior debe de estar perfectamente ajustado
para que nuestra moto cante como los propios ángeles.
La labor de ajustar un motor es complicada, por suerte
yo cuento con un gran amigo, curtido en mil batallas
con las motos que me ayuda sin dudarlo en los umbrales
de su jubilación.
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El cilindro fue lijado y pintado con
pintura anticalórica negra, de serie no viene
asi pero el color negro disipa mucho mejor el calor.
La culata fue pulida con disco de pulir metales.
Además se limpiaron las lumbreras
del cilindro de restos de carbonilla y se lijo la camisa
del pistón con lija de aceite.
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Después de desarmar por completo
el motor, poniendo todo mi cariño en semejante
proceso, llega la hora de mirar las piezas y comprobar
los daños.
Por suerte la estructura del motor estaba
bien, salvo una fisura que hubo que soldar y por donde
la moto estuvo durante muchos años vertiendo
el aceite del cambio, además algunos piñones
tuvieron que ser cambiados
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El maldito piñón de la segunda velocidad
del eje balader (marca Deco y con referencia 218, 20
dientes y tres tetones que enganchan en el piñón
de tercera o "directa") me costo Dios y ayuda
encontrarlo, al final aparecio uno de segunda mano bastante
bien de estado. El original estaba partido por la mitad.
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Otro reto fue encontrar el piñon de segunda,
esta vez del trén fijo (Marca Deco y con referencia
236, 16 dientes), Aun sigo buscandolo.
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También el piñón
de salida fue cambiado, estaba bastante gastado y nunca
lo habían sustituido, éste se encuentra
mucho más facil que el anterior, ya que se rompia
mucho menos.
Este piñón se prodría
poner de más o menos dientes para que nuestra
Montesa anduviera un poco más, subiera mejor,
etc.
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La biela y el cigüeñal fueron rectificados
para eliminar la pequeña holgura que tenían,
el bulón se hizo nuevo y colocamos unas nuevas
agujas teniendo que cortarlas para adaptarlas al sistema
biela-cigüeñal.
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Pulido
de piezas |
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Las piezas del motor necesitaron de
varias tardes de limpieza, pulido y sobre todo de muchos
mimos.
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Las piezas de aluminio se pulieron con
discos de fieltro y pasta para pulir aluminio, el resultado
fue un motor que brillaba incluso más que cuando
salio de la fábrica.
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El
cromado de piezas, una decisión de armas tomar |
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Muchas de las partes de la moto están
cromadas, o mejor dicho, lo estaban.
Para devolverles el brillo de épocas
pasadas es necesario someterlas a un proceso de pulido,
niquelado y cromado.
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Está tarea debe ser
hecha con mucho empeño ya que sino el resultado
será desastroso y el cromado se nos ira en dos
días. Las piezas deben ser cuidadosamente pulidas,
cobreadas y posteriormente cromadas. |
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Montaje
de la moto |
Una de las tareas que más satisfacción
nos aporta en una restauración es, sin duda,
el montaje de las diferentes piezas sobre ese chasis
pintado y brillante.
Por experiencia os diré que el montaje lleva
su tiempo y si montamos una moto completa en una tarde,
tener por seguro que algo hemos hecho mal.
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Yo empecé a motar las moto por
las ruedas, horquilla y trén trasero, de esta
forma tendremos un poco de estabilidad en la moto para
seguir añadiendo piezas.
Lo siguiente el motor
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Curiosidad: En
la Montesa Brio (y supongo que en muchas más) una
vez montadas las ruedas y el motor, al poner la moto sobre
el caballete, la moto se apoya en su rueda delantera,
este apoyo cambiará al tener montada por completo
la moto, pasando a la rueda trasera. |
Recomendación:
Para evitar las golpes en las piezas ya montadas, es recomendable
taparlas con un trapo grueso cuando se proceda a atornillarlas
o a trabajar con herramientas cerca de ellas. |
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The
End |
Después de varios días la moto
se va armando casi sola como un puzzle precioso, la
piezas encajan perfectamente y el brillo de una pieza
supera al de su vecina, es todo un placer.
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Los contrastes de color y el brillo
de los cromados y los pulidos hacen que todas las piezas
juntas se parezcan, tímidamente, a aquella moto
que hace muchos días (o años) nos compramos
hecha un desastre.
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Los pequeños
detalles como las pegatinas, anagramas y demás
son algo así como la guinda del pastel. |
Y lo más importante ... echarle gasolina y darle
a la palanca de arranque a ver que pasa ... por lo general
estos "aparatos" no suelen arrancar a la primera,
calma y sosiego.
A disfrutar de nuestra moto
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