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Restauración
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  Lo primero es lo primero, lavado a fondo.

Dada la procedencia rural de la moto y el estado de las carreteras donde pasó toda su vida, la moto estaba, como se suele decir, "de roña hasta las orejas".

Los bajos de la moto estaban con una generosa capa de barro mezclado con aceite y demás sustancias nocivas, rocié la moto con ácido de limpiar motores y le metí agua a presión, repetí la operación varias veces y el resultado fue bastante aceptable, hasta brillaba y todo.

Después de una exhaustiva revisión fui descubriendo algún que otro desperfecto en la moto.

Todos estos desperfectos no tenían la mayor importancia y con un poco de paciencia se podían solucionar sin recurrir a remedios espectaculares.

Desperfectos más notables:

  • Bisagra del sillín rota.
  • Freno delantero roto.
  • Puños de las manetas horribles.
  • Portabultos horrible y totalmente despintado.
  • Acelerador medio atascado.
  • Maneta freno delantero rota.
  • Alfombrillas del suelo despegadas y rotas.
  • Gomas del caballete rotas.
  • Cruceta del cambio gastada.
 
  Moto Conservada.

Esta moto está en un estado muy aceptable de conservación, al contrario de lo que muchos pensaran, una moto conservada es una joya, otros sólo ven óxido y tornillos rotos, yo veo historía, vivencias y otras muchas cosas.

En principio opté por No restaurar la moto y de esa forma poder lucir su impecable estado. La conservación no está reñida con la sustitución de piezas rotas o inexistentes.

 
  El Motor

El motor estaba bastante sucio, lo desmonté lo más que pude y le hice un lavado a fondo.

hubo que sustituir el cable del acelerador ya que estaba a punto de romperse y además la camisa del acelarador necesitaba algo de grasa.

Las protecciones del cilindro y del ventilador se lijaron y pintaron.

Un pequeño trabajo sin esfuerzo que le da una nueva cara al motor.

 
  Pintado de Llantas y sustitución de cubiertas

Las llantas eran la parte de la moto más desmejorada, estaban oxidadas por completo, se les dio imprimación antioxidación y se pintaron.

Las cubiertas estaban muy gastadas y duras como piedras.

Todos los tornillos de las ruedas se sustituyeron por tornillos de acero inoxidable.

Las pastillas de freno estaban bien y de momento no fue necesario cambiarlas.

 
  Eliminación de "extras"

Como la mayoría de las Vespas de los años 50-60, la Vespa Sprint fue el "coche" de muchas familias Españolas, servía para todo, y no es de extrañar que estas motos lleguen a nuestros días con varios extras que en aquella época eran como el GPS en los coches actuales.

El portabultos es una buena muestra de ello, sintiéndolo mucho pasó a formar parte de mi estantería de recuerdos.

Los puños de goma negra también "clamaban al cielo" se los quité y le puse unos puños "imitación" de los originales de Vespa.

La matrícula estaba más agujereada que un queso gruyere, también se sustituyó, busqué como un loco una placa de las antiguas (sin la E de España) y le troquelé los números respetando la antigua forma ovalada de éstos.

Además le añadí un marco cromado que realzó bastante la parte trasera de la moto

 
  La sorpresa del asiento ...

La funda del asiento estaba bastante cuidada, además era original Vespa.

Un día me dio por quitarla para llevar a tapizar el asiento, cual fue mi sorpresa cuando al quitar la funda un precioso asiento NUEVO hizo su aparicíón en escena.

Era el asiento original Vespa fabricado en Madrid por MotoVespa España, estaba impecable.

Para mantener dicha conservación opté por dejar la funda puesta.

Iré añadiendo fotos y comentarios a medida que restaure la moto.