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La
Vespa Sprint fue mi primera moto clásica. Es y
será la culpable de mi afición a este mundo
de hierros oxidados a la espera de ser pulidos, cromados y
mimados.
Todo comienza el día que
mi primo Miguel le da por comprarse la Vespa Sprint, después
de mucho buscar por foros, revistas, etc, al final, a 7km
de su casa encontró una flamante Vespa Sprint de 1965
en un aceptable estado de conservación.
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La moto había sido usada hasta el día
anterior a su puesta en venta, pertenecía a un
señor del pueblo de Amieva, un pueblo en plenas
estribaciones de los Picos de europa y a media hora
de Arriondas, mi pueblo. Por lo tanto estaba con los
papeles al día y trás una transferencía
habitual de vehículos la moto pasaría
a ser de mi Miguel, sin embargo la falta del DNI del
vendedor demoró dicha transferencia.
De todas formas la moto ya estaba en el garaje de mi
primo.
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Durante estos días interminables
esperando el DNI del vendedor para llevar a cabo la transferencia,
nos dimos algún que otro "paseo" para probar
la "máquina", iba como la seda. Un poco tosca
si tenemos en cuenta que nuestras anteriores motos habían
sido una Kawasaki ZZR 600 y una GAS-GAS 250 (1994, maravilla
de moto). Las marchas en el puño no eran del todo intuitivas...
y no aptas para novatos.
Bueno, pues como iba diciendo [...]
en estos días interminables de espera a mi primo se
le pasó por la cabeza comprarse otra moto más
antigua aún, esta vez una Lambretta LD de dos
sillines, una moto preciosa pero algo difícil de conseguir...
por casualidades de la vida en dos días ya tenía
localizada una Lambretta LD impecable y, sin dejar pasar una
semana, se la compró.
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Ahora en el garaje había dos motos (Vespa y
Lambretta) eternos rivales históricos y esto
no podía ser, por nuestra cabeza paso la idea
de despertarnos un día, abrir el portón
del garaje y ver las dos motos hechas añicos
a causa de una lucha fraticida entre marcas rivales.
Teníamos que poner una solución a esto,
lo mejor era separar las motos y la única solución
era llevándome yo la Vespa Sprint a mi
casa...
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La transferencia se hizo a mi nombre
y hoy cuento con una Vespa Sprint 150cc entre mis motos,
con el tiempo me di cuenta de que las Vespas son un caso a
parte en el mundo de las motos, son otro estilo de vida, son
... no se muy bien que son pero me gustan.
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